Juegue ajedrez

jueves, 1 de septiembre de 2011

MI EXPERIENCIA EN AJEDREZ

En ocasiones escucho a la gente decir: "el ajedrez es solo para tontos", "el ajedrez es un juego para gente demasiado inteligente", "a mi me aburre pasar tantas horas sentado", "el ajedrez es muy complicado", "el ajedrez es para vagabundos", y otras cosas más.


Muchas de estas ideas -para no decir que todas- se basan en el desconocimiento del juego. Hay personas que son perezosas para pensar, por lo que les queda más fácil decir que es un juego para gente brillante o nerd. Otros creen que jamás podrán fabricar jugadas magistrales en sus mentes y prefieren decir que son tontos o que el ajedrez es mucho para ellos. En cualquiera de los dos casos hay una gran falsedad, pues el intelecto no determina el gane de una partida. Son otros factores, como la imaginación, el deseo, el autocontrol, la paciencia, la teoría de una posición, la humildad y el bienestar social los que hacen que las personas ganen sus partidas de ajedrez. En oposición, la arrogancia, la impaciencia, la tensión, el desconocimiento de una posición, entre otras cosas, incrementan las posibilidades de fracaso en una batalla.


También tengo que decirles que no es un juego aburrido como muchos aseveran. He tenido emociones muy diversas cuando he practicado este deporte, y dichas emociones son una mezcla de los sentimientos más sinceros que pueda tener un ser humano. En el ajedrez uno no se miente a sí mismo -sencillamente porque no se puede aunque se intente-, uno sabe perfectamente por cuáles razones alcanzó el triunfo o por cuáles pierde. Es importante señalar que en la vida cometemos los mismos errores por seguir haciendo las cosas de forma parecida, así que ahí es donde ocupamos un cambio, y el ajedrez ayuda a analizarse auno mismo a fin de observar sus sentimientos y emociones para mejorar.



Tampoco es necesario pasar muchas horas sentado jugando, pues en ocasiones una partida se puede jugar en quince minutos o hasta menos. Lo importante es sentirse bien, y disfrutar con la otra persona de lo que suceda en la mesa y particularmente, en el campo de batalla. Esto debido a que los elementos que componen este juego lo hacen NO complicado, sino más bien complejo. Cuando digo complejo es donde se ligan "los encantos" (emociones, pensamientos y sentimientos), y por eso es posible haber tenido una partida de ajedrez intensa en cuestión de minutos, ya que la diversidad de jugadas hacen que los jugadores alcancen niveles de satisfacción poco imaginados, pero siempre reconfortantes si se manejan con humildad.


El ajedrez ayuda a estimular muchas áreas del cerebro. No le voy a decir que este juego ayuda a prevenir el Alzheimer como muchos piensan, pero sí le puedo decir que el mantener una mente activa es tan importante como el ejercicio físico. Bien lo decía Borges, cuando comentaba que la lectura para el intelecto era lo mismo que la gimnasia para el cuerpo... pues bien, el ajedrez complementado de sudoku, crucigramas, lectura, yoga y otras actividades potencian el bienestar emocional y mental en el ser humano. Con esto queda respondido que es más vagabundo entonces aquel que no quiere poner su mente a trabajar pues se hace perezosa.


No soy bueno escribiendo, pero sí le insto con mis palabras a que descubra el maravilloso mundo del ajedrez, pues por ahí se comenta que el sentir es arte, y el pensar es ciencia, y precisamente tenemos que el ajedrez es un deporte que tiene las dos caras comentadas: es arte y es ciencia.

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